lunes, 18 de noviembre de 2019

Soja - Evalúan el impacto de los cultivos de cobertura en los rindes


Evalúan el impacto de los cultivos de cobertura 
en los rindes de la soja

En Santa Fe, un equipo de investigadores del INTA Cañada de Gómez estudia cómo las secuencias de soja continua afectan la productividad y la sustentabilidad de los ambientes.

Resultados preliminares determinaron que la incorporación de Avena sativa en mezcla con Vicia sativa incrementó un 20 % el rinde de granos de soja por hectárea.

En la región Pampeana, un gran porcentaje del área cultivada está ocupada por secuencias de soja continua.

Estos esquemas de producción, además de afectar la sustentabilidad de los ambientes, impactan sobre la fertilidad de los suelos, debido a que los lotes agrícolas permanecen con escasa cobertura durante buena parte del ciclo y están expuestos a la erosión.

Para revertir este deterioro, en Santa Fe, investigadores del INTA evalúan cómo impacta la incorporación de los cultivos de cobertura en los rindes de la soja.

Julia Capurro, especialista en cultivos del INTA Cañada de Gómez –Santa Fe–, destacó la importancia de proteger el suelo mediante la incorporación de cultivos de cobertura.

“La asociación de un cultivo invernal, como Avena sativa en mezcla con Vicia sativa, en la secuencia soja-soja, generó variaciones positivas en la productividad del cultivo de cosecha, según el ambiente considerado”, señaló.

En un ensayo realizado en parcelas experimentales en ambientes de loma, media loma y bajo, luego de 28 días de barbecho posteriores a la supresión de su crecimiento, el cultivo de cobertura de avena con vicia, produjo un incremento en el rendimiento de la soja.

“Registramos un 18 % más de granos por metro cuadrado, sumado a un mayor peso de granos”, indicó Capurro.


Capurro: “La asociación de un cultivo invernal, como Avena sativa en mezcla con Vicia sativa, en la secuencia soja-soja, generó variaciones positivas en la productividad del cultivo de cosecha”.

En términos generales, los rendimientos de soja fueron superiores en todas las parcelas con cultivos de cobertura.

Sin embargo, Capurro detalló que “en los ambientes de media loma y bajo con cultivo de cobertura se registraron los mayores incrementos, que alcanzaron el 20 % más de rendimiento de soja por hectárea, en comparación con los mismos ambientes sin cultivos de cobertura”.

De acuerdo con Capurro, en media loma con cobertura, la soja rindió 4468 kilos por hectárea, mientras que sin cobertura alcanzó los 3749 kilos.

Estos resultados se explican por la función que realizan y el aporte que dejan los cultivos de avena y vicia.

“No sólo contribuyen al enriquecimiento de la superficie de los suelos con residuos vegetales, sino que mejoran el balance de agua útil en el perfil del suelo”, explicó Capurro y agregó:

“Se siembran luego de la cosecha de un cultivo de verano, crecen durante los meses de otoño, invierno y principios de la primavera, lo que nos permite tener el lote ocupado todo el año, siempre verde y evitamos el suelo expuesto a la erosión”.

INTA


miércoles, 23 de octubre de 2019

Ganadería pampeana - Claves para un rediseño competitivo


Claves para un rediseño competitivo 
de la ganadería pampeana

Desde el INTA, advierten sobre la vulnerabilidad a la que se exponen los sistemas que producen hacienda en una superficie reducida.

Estrategias de manejo y adopción de tecnologías para disminuir el impacto de la carga en los suelos, aumentar la eficiencia en los sistemas de cría y cumplir con la demanda mundial de producción de carne.

Frente a las grandes variaciones y fuerte reordenamiento del sector ganadero en el territorio nacional, los especialistas coinciden en los riesgos de la sobrecarga de los sistemas y en la importancia de adoptar estrategias de manejo y tecnologías para disminuir el impacto.

El análisis del INTA.

Sebastián Maresca –investigador del INTA Cuenca del Salado, Buenos Aires– aseguró que “tras el reordenamiento que sufrió la ganadería nacional en la última década con la expansión de agricultura, en especial de la soja, la Cuenca del Salado se convirtió en la región con mayor concentración de vacas de cría del país, con los índices de procreo y de destete más altos”.

Maresca aseguró que el sector está frente a una situación de alta vulnerabilidad productiva, dado que tiene la misma cantidad de hacienda que en 2008 y se le cedió a la agricultura el doble de superficie.

“Esto genera un incremento de la carga en suelos de menor aptitud”, subrayó.

En un contexto de alta carga y un panorama no muy alentador para intensificación de la cría, Maresca destacó la importancia de mejorar la eficiencia reproductiva de los rodeos de cría para incrementar la producción de carne a escala nacional.

Para esto, ponderó el ajuste de carga y el manejo de un calendario sanitario básico. 

“Con el incremento de la carga en suelos de menor aptitud, la vulnerabilidad de los sistemas ante contingencias climáticas puede ser muy alta”, advirtió Maresca quien recordó que los índices de preñez dependen, en gran medida, de las buenas condiciones climáticas, lo que genera una alta variabilidad de los resultados al tacto.

En esta línea, se refirió a un reciente monitoreo de estado corporal realizado en el INTA Cuenca del Salado que muestra que un 44 % de las vacas de nuestro rodeo llegan flacas al parto.

“El resultado de preñez depende exclusivamente de la posibilidad de que esas vacas ganen peso durante la primavera”, detalló.

Y agregó: “El bajo estado corporal al parto y las consecuentes fallas en la concepción son la principal causa de los bajos índices de destete”. 

Por esta razón, recomendó realizar ajustes en la carga en función de la oferta de forraje que se dispone o bien aumentar la producción de pasto para asegurar el mantenimiento de los vientres.

“Sobran los estudios y la información sobre cómo incrementar la producción y eficiencia de utilización del pastizal natural, además de las alternativas de alimentación invernal con reservas forrajeras, verdeos de invierno y verdeos de verano diferidos”, expuso Maresca.

Para el especialista, otro aspecto básico para resolver son los problemas sanitarios que afectan la fertilidad del rodeo, causan abortos y muerte neonatal de terneros.

En este punto, recordó que la Brucelosis y las Venéreas siguen siendo las principales causas de aborto en rodeos de cría y destacó la importancia de la vacunación y del análisis clínico anual del rodeo.

Con respecto a los puntos críticos para la intensificación de la cría, Maresca aseguró que “a pesar de los avances tecnológicos, la cría sigue siendo una actividad que requiere de un manejo personalizado, especialmente en los meses de parición y servicio, por lo que cualquier proceso de intensificación requiere de una alta demanda de mano de obra calificada”.

En este sentido, indicó que la falta de interés de las nuevas generaciones de vivir y trabajar en el campo como un problema que se agrava y que requiere un replanteo de los sistemas productivos.

“La gran adopción de los silos de autoconsumo para sistemas de recría y terminación es un claro ejemplo de la necesidad de tecnologías que simplifiquen las tareas en el campo”, aseguró.

Por último, se refirió a la actual sequía que sufre la región desde finales del invierno como “una limitante para mantener nuestros índices de procreo”.

“Los rodeos de vacas están comenzando el servicio con una baja condición corporal y se requiere tomar medidas urgentes para evitar bajos índices de preñez y retardos en la concepción”, aseguró.

Sobre este punto, consideró fundamental realizar un diagnóstico de la situación nutricional y aptitud reproductiva de cada rodeo para tomar medias anticipadamente.

“Habrá numerosos casos en los que se requieran tratamientos nutricionales y reproductivos para mantener los índices de preñez en valores óptimos”, reconoció el especialista.

Para Maresca, es claro que estas situaciones de estrés hídrico muestran la vulnerabilidad de los sistemas sobrecargados y con bajo nivel de reservas forrajeras.


Maresca: “El bajo estado corporal al parto y las consecuentes fallas en la concepción 
son la principal causa de los bajos índices de destete”.

Una región de gran potencial

De acuerdo con Maresca, “en los últimos 20 años, el stock de ganado bovino nacional experimentó grandes variaciones, entre otros factores, por el avance de la agricultura, en especial por el cultivo de soja, y la sequía de 2008 que generó la pérdida del 17 % de los bovinos por su liquidación y mortandad”.

“Hoy, el stock de hacienda en la Cuenca del Salado es similar al que alcanzamos en 2008 con casi 5,9 millones de cabezas”, confirmó el técnico quien, a su vez, explicó que “esto se dio a pesar de que la superficie agrícola continuó su crecimiento y alcanzó su máximo en 2012”.

Con respecto a si es posible soportar la carga actual, Maresca aseguró que “la Cuenca, a diferencia de otras regiones del país, tiene un gran potencial para incrementar sus índices de destete y de incrementar la carga”.

Según el técnico, sus condiciones agroecológicas le permiten generar mucho más forraje del que hoy se produce en condiciones sostenibles.

Sin embargo, reconoció que, “en general, el incremento en producción de forraje y adopción de tecnologías básicas no acompaña el aumento de carga”.

INTA


miércoles, 2 de octubre de 2019

Erosión - El 36 % del suelo argentino sufre procesos


El 36 % del suelo argentino sufre procesos de erosión

Un estudio del INTA y del Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (PROSA) determinó el avance de los procesos de erosión hídrica y eólica en el último cuarto de siglo.

Este porcentaje representa alrededor de 100 millones de hectáreas en el país, distribuidas en áreas agrícolas de la región húmeda y subhúmeda y, también, en la zona semiárida y árida con bosques nativos y pastizales.

Recomendaciones para minimizar el deterioro.

En el último cuarto de siglo, los procesos de erosión hídrica y eólica avanzaron hasta ocupar un 36 % del territorio nacional, lo que representan 100 millones de hectáreas, distribuidas en áreas agrícolas de la región húmeda y subhúmeda y, también, en la zona semiárida y árida con bosques nativos y pastizales.

El dato surge del Manual de buenas prácticas de manejo y conservación del suelo y del agua en áreas de secano, presentado recientemente por el INTA y el Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (PROSA) de la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (FECIC).

Asimismo, el dato cobra mayor relevancia si se lo pone en contexto: solo un 11 % de la superficie del planeta corresponde a suelos con potencial agrícola.

Estimaciones de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) plantean que, en los próximos 20 años, más del 80 % de la expansión de la superficie cultivada se producirá en América Latina y África subsahariana.

“En los próximos años, uno de los desafíos más significativos que afrontará la humanidad es el deterioro de los recursos naturales y, principalmente, el de los suelos cultivados”, vaticinó Roberto Casas, especialista en manejo de los suelos y uno de los editores del libro.

“Estamos perdiendo no solo aquellos suelos que son la base de la producción agropecuaria del país, sino que descuidamos los servicios ecosistémicos que nos prestan”, alertó Casas para quien es importante entender que se trata de un recurso que puede tardar hasta 1.000 años en recuperarse.

El riesgo de que un incremento de la agricultura genere mayor erosión o degradación de suelos es real. 

“Sabemos que, a partir de 1970, los suelos de la región Pampeana sufrieron una extraordinaria transformación debido a la actividad agrícola”, señaló Casas y agregó que “la adopción de tecnología moderna, sumado al desarrollo de nuevas formas de producción, aceleraron los procesos de degradación”.

La transición de un sistema de agricultura con labranza convencional a uno con siembra directa permitió la mejora considerable de los rendimientos y, además, de los niveles de materia orgánica del suelo.


Casas: “Esta tendencia a la realización de un solo cultivo tuvo un impacto desfavorable sobre las funciones del suelo y la sustentabilidad del agroecosistema”.

Sin embargo, en los últimos años se ha producido una simplificación extrema de los sistemas productivos pampeanos y extrapampeanos, con un paulatino reemplazo de las rotaciones tradicionales por el monocultivo.

“Esta tendencia a la realización de un solo cultivo tuvo un impacto desfavorable sobre las funciones del suelo y la sustentabilidad del agroecosistema”, aseguró Casas.

De acuerdo con el especialista, la rotación promedio para la región pampeana se componía de, al menos, tres años de soja de primera, un año de doble cultivo trigo (u otro cereal de invierno), soja y recién al quinto año podía incluir maíz o sorgo.

“En los últimos años, el esquema cambió hacia uno con mayor participación de gramíneas en una rotación de tres años: trigo-soja, maíz y soja de primera”, explicó.

En este sentido, Casas resaltó el protagonismo que están cobrando los cultivos de cobertura en las rotaciones agrícolas, “se sumaron 338.200 hectáreas a escala nacional de cultivos que protegen el suelo y brindan servicios ecosistémicos”.

El territorio argentino alberga una delicada diversidad de tierras. 

Por esto, el problema de la erosión no es solo por las pendientes de los suelos, sino por las lluvias: las mayores intensidades (es decir, la cantidad de agua caída en un lapso determinado) y frecuencias marcan la diferencia y pueden hacer que el problema cambie de categoría –leve, moderado o severo–.


El territorio argentino alberga una delicada diversidad de tierras.

“Determinar el riesgo de erosión es fundamental para la conservación de los recursos, sobre todo porque la pérdida de unos pocos centímetros de suelo puede impactar de manera irreversible en el potencial productivo de los cultivos”, destacó Casas.

En ese contexto, la fórmula para una producción más sustentable es una agricultura que proteja y aproveche mejor los recursos.

“La sistematización de los lotes con terrazas es una estrategia sustentable y está comprobado que reduce hasta un 90 % la erosión”, señaló Casas y agregó:

“Se estima que la superficie sistematizada con terrazas para control de erosión es de 940.000 hectáreas, mientras que 265.000 están protegidas por sistemas de cultivo en contorno”.

Para Casas, la presión que se ejerce sobre el suelo está llegando a límites críticos y, lejos de revertirse, tenderá a agravarse.

Por esto, junto con 208 referentes y especialistas en conservación del suelo y del agua en las distintas regiones y sistemas productivos del país compilaron en un libro las prácticas más importantes para evitar el avance del deterioro.


La fórmula para una producción más sustentable es una agricultura que proteja 
y aproveche mejor los recursos.

“Esto pone en evidencia que existen tecnologías probadas en cada una de las regiones para producir de manera sustentable”, analizó Francisco Damiano, especialista del INTA y editor del libro.

“Pudimos sintetizar 214 buenas prácticas”, indicó Damiano y añadió:

“En función de su distribución en el territorio y su importancia estratégica, las prácticas están agrupadas en control de erosión, siembra directa, fertilización, gestión de pastizales, sistemas silvopastoriles, manejo de áreas deprimidas y mallines, cosecha de agua y control de salinidad y sodicidad”.

En los últimos años, el riesgo de erosión aumentó considerablemente debido al incremento de lluvias extremas, la disminución de la cobertura vegetal por la simplificación de los sistemas de producción y las malas prácticas de manejo, como la siembra a favor de la pendiente.

En este sentido, Casas advirtió que “la conservación del suelo constituye un deber inexcusable, ya que se trata de un recurso natural estratégico para la Nación”.


Casas: “La sistematización de los lotes con terrazas es una estrategia sustentable 
y está comprobado que reduce hasta un 90 % la erosión”.

INTA



miércoles, 14 de agosto de 2019

La red de radares celebra una década al servicio del productor


Esta herramienta del INTA permite disponer de manera gratuita y online de datos de calidad e informes detallados para el seguimiento y análisis del impacto del clima sobre las producciones agropecuarias, clave para la toma de decisiones.

Ampliar la red de sensores y mejorar la calidad de los datos, entre los objetivos a futuro.

Con un alcance de cobertura de 46 millones de hectáreas de la región Pampeana, la red de radares del INTA, ubicados en Pergamino –Buenos Aires–, Anguil –La Pampa– y Paraná –Entre Ríos–, cumple 10 años al servicio del productor agropecuario y en beneficio del sector.

Crecer y perfeccionarse, las nuevas metas para la herramienta.

Pablo Mercuri –director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA Castelar– destacó el rol de la red de radares del INTA y celebró su 10.° aniversario al servicio del productor agropecuario:

“Esta herramienta representa una decisión institucional trascendental que se destaca por la calidad de los datos e informes a corto plazo, de acceso libre y gratuito, en formatos interoperables que pone a disposición de la comunidad de manera ininterrumpida durante una década”.


El SMN busca pronosticar por impactos

“El productor agropecuario es el más ansioso y ávido de información climática para una buena toma de decisiones en sus establecimientos, seguido por el sector de la aviación, bomberos y defensa civil”, aseguró Mercuri quien reconoció que la red es muy valorada y recurrida por estos usuarios.

Por su parte, Roberto De Ruyver –director interino del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar– coincidió en la importancia y utilidad de la herramienta por parte de los productores y aseguró que “la red tiene mucho potencial para seguir generando productos a partir de la información que genera”.

A su vez, indicó que los radares del INTA están integrados operativamente a los del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), lo que los hace parte de una red de radarización nacional.

En esta línea, destacó:

“Es muy interesante que todo el país esté bajo radares, incluso, más allá de las zonas productivas” y agregó que “hoy quedan pocas zonas sin cobertura en el centro y norte del país”.


Con un alcance de cobertura de 46 millones de hectáreas de la región Pampeana, la red de radares del INTA cumple 10 años al servicio del productor. agropecuario y en beneficio del sector.

El clima, en tiempo real

El desarrollo del INTA permite un completo seguimiento y análisis del impacto del clima sobre las producciones agropecuarias.

“Los usuarios del sector agropecuario son muy autodidactas y aprenden rápido a implementar este tipo de herramientas”, detalló Mercuri quien, además reconoció que una de las mayores demandas es la de poder visualizar en tiempo real cómo avanza un frente de tormenta.

“Así, modifican y manejan a muy corto plazo decisiones de cosecha, pulverización y demás cuestiones trascendentales para la actividad”, explicó.

Otro de los aspectos destacados de la herramienta es la capacidad de almacenamiento de datos.

“La información generada durante la última década está guardada y es de un valor único para todo lo que tiene que ver con modelización hidrológica y sistemas de alerta temprana, como así también para todo lo relacionado con riesgo agropecuario, emergencias y herramientas de transferencia como los seguros”, subrayó.

En este sentido, Mercuri explicó que “el análisis e interpretación de los datos climáticos de la última década permite concluir sobre cuáles son las zonas por las que pasan con más frecuencia tormentas graniceras, vientos intensos y las lluvias fuertes”.

“Es una herramienta de un valor técnico incalculable”, sentenció, al tiempo que destacó la importancia de que sea pública con los datos primarios libres y disponibles para todos:

“Fue un gran esfuerzo institucional lograr este principio”.

Por último, no dudó en asegurar que “el INTA fue pionero en la instalación de estos tres radares meteorológicos, dado que en ese entonces sólo había dos que se le alquilaban a Rusia en Mendoza, uno en Ezeiza que opera en SMN”.


Pablo Mercuri: “La Red es una herramienta de un valor técnico incalculable”.

Mejorar la calidad y generación de datos, la meta

“Si bien no tenemos planes para instalar nuevos radares, sí vamos a aumentar la calidad de los datos obtenidos e incrementar la red de sensores”, adelantó Mercuri quien explicó que “van a integrar la red solarimetrica con la agrometeorológica, a partir de una nueva combinación de variables, a fin de lograr nuevos índices climáticos”.

A su vez, se refirió al trabajo articulado que realizan con la secretaria de Recursos Hídricos de la Nación y el INVAP, quien busca instalar 10 nuevos radares e integrar los datos del INTA a esa red.

Por su parte, De Ruyver explicó que en la red nacional de agrometeorología del INTA confluyen los datos de las estaciones convencionales, dispuestas en las experimentales del organismo desde la década del 60, sumado a la información provista por los radares y a la generada por la red de 144 estaciones automáticas.

En INTA contamos con 50 años de registros ininterrumpidos de estadísticas agroclimáticas”, detalló el técnico de Clima y Agua, quien agregó que “junto con el SMN, trabajamos para validar y consistir tres variables de datos –lluvias,temperaturas máximas y mínimas– del historial, a fin de darle calidad a los datos”.

Actualmente, ambos organismos continúan con la recopilación de datos meteorológicos que luego son sometidos a un control de calidad compartido y predefinido a cumplir a fin de obtener información verídica y de calidad.


Cada radar tiene un radio de alcance de 240 kilómetros alrededor de la antena que, integrados en una red, cubren 46 millones de hectáreas de la región Pampeana.

Radares: qué son y cómo funcionan

Los tres radares meteorológicos del INTA están instalados en las localidades de Pergamino –Buenos Aires–, Anguil –La Pampa– y Paraná –Entre Ríos–.

De origen alemán y de la marca Gematronik, cada uno, tiene un radio de alcance de 240 kilómetros alrededor de la antena que, integrados en una red, cubren 46 millones de hectáreas de la región Pampeana.

Un radar es un sistema de teledetección que posee una antena emisora de un haz energético en forma de pulsos en el rango de microondas.

Cuando un pulso emitido intercepta en la atmósfera un elemento, la onda emitida rebota y regresa a la antena desde donde el pulso fue emitido.

La intensidad del eco o rebote permite determinar si la precipitación se presenta como lluvia, nieve o granizo.

“El radar meteorológico es la herramienta fundamental para monitorear y determinar la ubicación de áreas con precipitación y fenómenos severos meteorológicos de alto impacto, en un contexto de variabilidad climática con precipitaciones, cada vez, más intensas y severas”, detalló Yanina Bellini –especialista en ciencia de datos del INTA Anguil, La Pampa–.

En este sentido, especificó que “el radar es capaz de detectar ecos de precipitación, sólida o liquida, en un rango variable y con una gran resolución espacial y temporal además de una importante precisión”.

Con la ayuda de un complejo sistema de programas se representa en imágenes la distribución de las partículas de agua y granizo detectados en la atmosfera, lo que permite visualizar la evolución de tormentas y predecir su desplazamiento sobre el terreno.

El radar de Pergamino es de simple polarización, mientras que los de Paraná y Anguil son de doble polarización.

“La polarización determina la capacidad del radar de obtener mayor información y por ende identificar mejor el tipo de hidrometeoro que se encuentra en el medio precipitante”, detalló Romina Mezher –especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar–.


Informe emitido en Pampero TV  

Una década para celebrar

En el marco del 10.° aniversario de la red de radares, el INTA organizó un taller de posgrado “Radar Meteorológico: uso e interpretación de su información y productos” en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam).

Dirigido a profesionales que se desempeñan en el sector agropecuario, ambiente, recursos naturales, meteorología, seguros, aeronáutica, transportes, turismo, defensa civil, y/o áreas afines que deseen adquirir conocimientos básicos en el área de meteorología por radar.

El objetivo del taller es presentar los principios básicos de funcionamiento del radar meteorológico Doppler polarimétrico y la forma de interpretar los fenómenos atmosféricos más comunes a partir de las imágenes radar, así como también proporcionar conocimientos en interpretación de imágenes y la identificación de sistemas meteorológicos severos.

Además, se realizará una jornada abierta y gratuita en el INTA Anguil sobre “Radar meteorológico y su uso con fines agropecuarios” en la cual se presentarán conceptos de los radares meteorológicos e investigaciones, trabajos y resultados obtenidos por el organismo.

Datos meteorológicos y climáticos: de las nubes al campo

El INTA genera información estratégica para planificar acciones de manejo, que permitan aprovechar las condiciones benéficas y reducir el efecto de las condiciones adversas. 
Este conocimiento es obtenido por la agrometeorología.


INTA


lunes, 12 de agosto de 2019

Presentan una soja que tolera la falta de agua


Mediante el mejoramiento genético, investigadores del INTA Bordenave –Buenos Aires– obtuvieron un cultivar que se destaca por el potencial y la estabilidad del rendimiento, incluso frente a condiciones de déficit hídrico ocasionado por sequías temporales.

El grupo de Mejoramiento y Calidad Vegetal de la Estación Experimental Agropecuaria Bordenave del INTA obtuvo una nueva variedad de soja que tolera la falta de agua.

Diseñada especialmente para la región pampeana, Rosana INTA 3.9 STS se destaca por el alto potencial y estabilidad en el rendimiento, incluso frente a condiciones de déficit hídrico ocasionado por sequías temporales.

“La nueva variedad de soja fue desarrollada para adaptarse a diversos ambientes, sobre todo en aquellas zonas que poseen alguna limitante, como deficiencias nutricionales de los suelos o la presencia de sequías temporales”, expresó Fernando Giménez, especialista en mejoramiento genético de esa unidad del INTA y uno de los obtentores del cultivar.

Rosana INTA 3.9 STS pertenece al grupo de madurez III y es un cultivar de ciclo largo.

“Es recomendado en toda la franja oeste y sur de la región pampeana para siembras de primera”, señaló Giménez y agregó:

“Se adapta y recomienda para siembras de segunda en toda la región pampeana, debido a que posee un buen despeje entre el suelo y las vainas inferiores”.


Rosana INTA 3.9 STS pertenece al grupo de madurez III 
y es un cultivar de ciclo largo.

El nuevo cultivar de soja es tolerante a glifosato (RR) e incorpora la tolerancia a sulfonilureas (STS).

De acuerdo con Federico Moreyra, especialista en mejoramiento genético de esa unidad del INTA, “esta característica la convierte en una herramienta para fortalecer las estrategias de manejo integrado en el control de malezas resistentes o de difícil control”.

Además de poseer una amplia adaptabilidad y estabilidad en el rinde, Rosana INTA 3.9 STS tiene muy buen comportamiento sanitario, debido a que es tolerante al ataque de las principales enfermedades que afectan al cultivo.

La nueva soja del INTA se destaca por el alto contenido de proteínas en el grano.

“Si bien, esta no es una característica con importancia comercial, es el principal atributo nutricional del poroto de soja”, afirmó Moreyra quien indicó que este aspecto “contribuirá a mejorar la calidad del grano a escala nacional”.


La nueva variedad tiene muy buen comportamiento sanitario, debido a que es tolerante al ataque de las principales enfermedades que afectan al cultivo.

En cuanto al nombre de la variedad, Giménez explicó que se trata de “un reconocimiento a Rosana Kissner, técnica del grupo de Mejoramiento y Calidad Vegetal de la Experimental Bordenave, por su dedicación, capacidad y valores puestos al servicio de la Institución”.

El nuevo cultivar fue inscripto recientemente en el Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (Inase).

Gracias a un convenio de vinculación tecnológica (CVT) con la empresa SeedAR de Pergamino –Buenos Aires–, y su red de multiplicadores, Rosana INTA 3.9 STS está disponible para su comercialización.

INTA

miércoles, 7 de agosto de 2019

Se otorgó a un horticultor de La Pampa el sello "Producido por la Agricultura Familiar"


Se otorgó a un horticultor de La Pampa el sello 
"Producido por la Agricultura Familiar"

Mediante la Resolución N°33/2019 publicada en el Boletín Oficial se autorizó la cesión de uso de la distinción para un productor de hortalizas de la localidad de Toay.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a través de la Secretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, autorizó el uso del Sello "Producido por la Agricultura Familiar" a Gonzalo Burgos Mogro quién trabaja junto a su esposa y tres hijos en la producción y comercialización de hortalizas en fresco.

La familia Burgos, afincada en la localidad de Toay de la provincia de La Pampa, trabaja en invernáculos y con riego por goteo permitiéndole obtener hortalizas durante todo el año en una región semiárida, con cantidad y calidad.

Bajo este sistema productivo alcanzan mejores condiciones para la comercialización.

Principalmente las 8 variedades de hortalizas (lechuga francesa, lechuga mantecosa, acelga, tomate redondo, cebolla de verdeo, ajo puerro, rúcula y radicheta) están destinadas a un reconocido supermercado de Santa Rosa, cumpliendo con los altos controles de calidad que el cliente exige. Otros mercados que proveen son las distintas ferias del Paseo Ferial de la Municipalidad de Santa Rosa.



Se trata de la segunda sesión del sello que se otorga y se produce en el marco de la Ley N° 27.118 de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar, que en el artículo 22 establece la importancia de impulsar estrategias de valorización y certificación de los productos de la agricultura familiar.

Todas las acciones de formulación y ejecución de proyectos, asesoramiento y asistencia técnica para asegurar el desarrollo y comercialización de la producción hortícola de la familia Burgos han sido acompañadas por capacitaciones de técnicos de la Coordinación La Pampa de la Secretaría de Agricultura Familiar Coordinación y Desarrollo Territorial.

MAGyP


Etchevehere: "Ponemos todo a disposición para que el campo exprese su potencial"


Etchevehere: "Ponemos todo a disposición para que el campo exprese su potencial"

El Ministro destacó durante el congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la importancia de seguir trabajando por una producción sostenible que permita a la Argentina ser protagonista en la alimentación de 800 millones de personas para el 2030.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, participó en Rosario, del acto de apertura de la "XXVII edición del Congreso Aapresid, 30:10000 ConCiencia Suelo", junto con el presidente de la entidad, Alejandro Petek; y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

El encuentro reúne a más de 300 especialistas nacionales e internacionales que trabajan en desarrollar herramientas para el manejo integrado de malezas, plagas y enfermedades; nuevas tecnologías de diagnóstico y aplicación de fertilizantes.

Durante la apertura del evento, Etchevehere señaló que a pesar de la peor sequía "la Argentina está atravesando hoy un momento único en su historia al estimar una campaña agrícola récord de 147 millones de toneladas". 

Y subrayó: "Se debe por un lado a las técnicas que desarrollaron y que el país sigue aplicando, y por otro al talento que tiene el productor argentino, la garra para sobreponerse a los malos momentos y lograr cosas que de antemano parecen imposibles".

Entre las acciones del Gobierno, el titular de la cartera de AgriculturaGanadería y Pesca sostuvo que "acompañamos, ayudamos y ponemos todo a disposición para que el campo exprese su potencial", a través de las Mesas de Competitividad donde se analizan y se buscan soluciones para las cadenas productivas y con acciones como la simplificación de trámites y el Programa Cosecha Segura. 

"El mensaje del Presidente de la Nación el otro día en La Rural fue más que claro", comentó el Ministro y explicó que "nos quería ver en 2030 produciendo alimentos para 800 millones de personas y creando un millón de empleos a partir de esa producción de alimentos.

Sabemos que contamos con Aapresid, y con todos los productores de Argentina para poder lograr ese objetivo".



Estuvieron presentes en el acto de apertura, el secretario de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación; Sergio Bergman; autoridades de los Ministerios de las provincias de Santa Fe; Córdoba; Buenos Aires; La Pampa; y Chaco; representantes de asociaciones productivas; y autoridades nacionales y provinciales.

El congreso, que se extiende hasta el 9 de agosto, tiene más de 170 talleres, y reuniones plenarias, en donde se abordan temáticas referidas a los beneficios de los cultivos de servicio para el suelo, y la bioeconomía como un aspecto clave para el desarrollo en todo el territorio para una producción sostenible que cuide el ambiente y preserve los suelos.

Consejo Federal Agropecuario Pampeano

Dentro del congreso, se llevó a cabo el II CFA Regional Pampeano con la participación del titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Miguel Etchevehere; junto al presidente del Senasa, Ricardo Negri; y los ministros de la Producción de Santa Fe, Alicia Ciciliani; de Córdoba, Sergio Busso; de Buenos Aires, Leonardo Sarquís.

Trataron temas referidos a la aplicación de productos fitosanitarios, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), los manejos productivos sustentables, las prospectivas agrícolas y AgTech/Innovación.

Los participantes de la II Reunión Regional Pampeana analizaron la situación actual de las provincias en materia de productos fitosanitarios, así como la implementación de planes de acción en conjunto, y la realización de jornadas de capacitación.

También se trató la importancia de continuar el trabajo por la reglamentación de la Ley de Control de Aplicaciones (Res. MA y MAYDS 1/18); y de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios (Ley N° 27279).

Por otra parte, los Ministros del CFA regional pampeano recibieron como invitado especial al director de Agricultura del Ministerio de Producción de la provincia de la Pampa, Carlos Ferrero, y suscribieron un Acta Acuerdo sobre Registro de Aplicadores Aéreos y Terrestres de aplicación en las cuatro provincias.

Asimismo, dialogaron sobre la importancia de unificar los criterios de protocolos de acción para la implementación de las BPA; y la importancia de impulsar acciones de comunicación destinadas al público para promover la correcta circulación de información sobre las BPA.

Por otra parte, se comunicaron los alcances de la implementación obligatoria de las BPA para frutas y hortalizas.

También estuvieron presentes el jefe de Gabinete de Agricultura, Ganadería y Pesca, Santiago del Solar; el presidente del INTA, Juan Balbín; el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial Santiago Hardie; el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza; los directores nacionales de Agricultura Ignacio Garciarena, y de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo; representes del Ministerio de Producción de la Pampa; y demás autoridades.

MAGyP

jueves, 25 de abril de 2019

Pastizal pampeano - alianza de tres países impulsa el cuidado


El Bioma Pampa concentra una de las áreas de mayor riqueza de especies de gramíneas en el mundo.

El INTA y el Senasa junto con institutos de investigación y universidades trabajan para la conservación de los servicios ecosistémicos en la ganadería a pequeña escala.

Entre los pastizales templados más extensos del planeta se encuentra el Bioma Pampa, una de las áreas de mayor riqueza de especies de gramíneas en el mundo, que es compartida por tres países del Cono Sur: la Argentina, Uruguay y la región brasilera de Río Grande Do Sul.

Sus campos naturales proveen una amplia gama de bienes y servicios.

La carne, la leche, la lana y el cuero suelen ser los productos más reconocidos.

Pero, además, proporcionan una serie de servicios ambientales que han sido generalmente subvaluados.

Con el objetivo de proteger los servicios ecosistémicos que aportan los sistemas ganaderos familiares de estos tres países, el INTA y el Senasa en asociación con institutos de investigación y universidades de la Argentina, Brasil y Uruguay trabajan en proyectos para mejorar la productividad y el impacto ambiental de la ganadería a baja escala.

Algunas de las experiencias fueron presentadas en el marco de la tercera edición del Seminario Internacional de Ganadería Familiar, en el que investigadores y extensionistas compartieron metodologías de trabajo, indicadores económicos, manejo y diseños de co-innovación para poner en valor los servicios ecosistémicos que aportan los ganaderos de la región.

En la apertura, Andrea Maggio –directora del CIPAF del INTA– destacó:

“El seminario está enfocado en el bioma Pampa, integrado por regiones de Argentina, Uruguay y Brasil, económicamente fuertes para el sistema agroalimentario regional, y permite aprovechar los conocimientos sobre tecnologías y metodologías de trabajo con el productor ganadero para que aumente su productividad, disminuya costos y ponga en valor las prácticas que hacen a la sustentabilidad ambiental”.



De acuerdo con la información de la Agenda Ganadera 2025 de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, del total de los establecimientos ganaderos registrados en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), en la provincia de Buenos Aires, el 58 % pueden considerarse familiar dado que corresponden a la categoría de 0 a 100 vacas.

Ese valor asciende al 88 % en el caso de Entre Ríos.

“Sumados, resultan casi 32.000 los establecimientos de cría vacuna y estos valores son mucho más significativos si se contemplan porcinos u ovinos”, valoró Maggio.


Entre los pastizales templados más extensos del planeta se encuentra el Bioma Pampa, una de las áreas de mayor riqueza de especies de gramíneas en el mundo.

Por su parte, en Uruguay, la ganadería es la principal actividad de las familias productoras.

De 44 mil establecimientos agropecuarios, 25 mil corresponden a la agricultura familiar y 20.000 de esos establecimientos de pequeña escala se dedican a la ganadería mixta (sobre todo, bovinos y ovinos).

“Un 90 % de esos ganaderos no contrata mano de obra.

Si protegemos el bioma en la superficie con sus pasturas naturales, que es nuestro oro verde y a los actores sociales que viven en esos territorios, estamos protegiendo también nuestro oro azul: el acuífero más grande del mundo”, sostuvo Virginia Rosso, especialista de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República- Uruguay y organizadora del seminario junto con Claudio Marquez Ribeiro (Universidade Federal Do Pampa- Brasil) y Raúl Perez (INTA).

En el caso de Río Grande Do Sul, que tiene la misma superficie que todo Uruguay (18 millones de hectáreas), cuenta con 400.000 establecimientos, de los cuales el 86 % son productores familiares. Existen unos 100 mil ganaderos, 60 mil son de tipo familiar.

Estos establecimientos, ubicados en territorios con pasturas naturales conservadas, tienen una importancia económica en la cadena cárnica de la región, ya que aportan el 40 % de los terneros.

“Son productores invisibilizados y, sin embargo, persisten por generaciones en la actividad.

Tenemos mucha similitud entre los países que compartimos el Bioma Pampa, con experiencias exitosas o fallidas que nos obligan a construir metodologías, indicadores, estrategias comunes y políticas públicas”, apuntó Marquez Ribeiro.

Respecto del Bioma Pampa en la Argentina, Perez advirtió que la presión sobre la ganadería familiar ha sido muy fuerte por la modernización y agriculturización.

Sin embargo, muchos de estos productores con poca tierra y capital, en tierras poco aptas para el cultivo han sufrido un proceso de modernización incompleta que, finalmente, ha hecho perdurar la actividad ganadera y los pastizales naturales.

“Aunque estos ambientes se encuentren con algún grado de degradación, con buen manejo son el punto de partida para su recuperación, mejora de la productividad forrajera y plena expresión de los servicios ecosistémicos”, remarcó el especialista del INTA.

El encuentro, realizado en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, fue coorganizado por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), la Universidad de la República (Uruguay) y la Universidade Federal Do Pampa (Brasil), junto con los organismos de I+D de los tres países: el INTA y el SENAF-SENASA (Argentina), el INIA (Uruguay), el IPA (Uruguay) y el EMBRAPA-Pecuaria Sul (Brasil).

INTA


martes, 12 de marzo de 2019

Comisión Regional Pampeana se reunió en Expoagro


En el marco de Expoagro, se reunió la Comisión Regional Pampeana

La importancia de promover la cosecha segura en el país; el uso eficiente de fitosanitarios; y la disminución de delitos contra el medio ambiente y la actividad agropecuaria, fueron los temas que analizaron los integrantes de la comisión.

El secretario de Gobierno de Agroindustria, Luís Miguel Etchevehere, junto al jefe de Gabinete, Santiago del Solar, y el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie, encabezó la primera reunión Regional Pampeana del Consejo Federal Agropecuario (CFA).

Con representantes de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, y Santa Fe, trataron los avances del programa Cosecha Segura; el alcance de la reglamentación que promueve el uso adecuado y eficiente de fitosanitarios; y el impacto del nuevo Código Penal en el medio ambiente y el sector agroindustrial.

"Nuestro compromiso es seguir dando condiciones de competitividad para la actividad de la agroindustria ya que agrega un importante valor al país, y es por eso que estamos trabajando en conjunto, con los Organismos Descentralizados, y los representantes de las provincias para seguir potenciando la cadena.

La soja por ejemplo, emplea a más de 350.000 argentinos de las distintas regiones productoras, y esto sin dudas potencia el arraigo rural, y las fuerza y el compromiso de todos los actores de la cadena de seguir apostando por desarrollo del campo y la industria", indicó Etchevehere, acompañado por su par bonaerense, Leonardo Sarquís.



Durante la reunión, que se llevó a cabo en el predio exponencial de San Nicolás, los integrantes de la Comisión remarcaron la importancia de continuar con el plan Cosecha Segura, un programa que llevan a cabo los Ministerios de Transporte y de Seguridad de la Nación, que busca garantizar la seguridad y la logística de todos los integrantes de la cadena, desde la cosecha, y el transporte, hasta el acopio, la industria y el puerto.

Además, la revisión y los avances en la reforma del Código Penal para abordar los delitos contra el medio ambiente y la actividad agropecuaria, fue otro de los temas que se analizaron.

En este punto, los representantes de la Comisión repasaron los distintos ejes del Código, y remarcaron la importancia de desarrollar estrategias en conjunto desde el CFA, para promover una producción sostenible que preserve la salud, y reduzca el impacto ambiental en el país.

También, las autoridades de las provincias expusieron la situación actual de cada una de las regiones en el uso de envases y aplicaciones de fitosanitarios, y el alcance de los Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), a los que productores deben entregar sus envases libres de producto, de acuerdo a la reglamentación de la ley 27.279 de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios.

Además estuvieron presentes en la Comisión Regional, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Guillermo Bernaudo; el subsecretario de Coordinación Política, Hugo Rossi; los presidentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Ricardo Negri; y del Instituto Nacional Tecnología Agropecuaria, Juan Balbín.



También, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman; la ministra de la Producción de Santa Fe, Alicia Ciciliani; representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba; y la Directora del Consejo Federal Agropecuario (CFA), Roxana Blasetti; entre otras autoridades.

Agroindustria